Dietas sostenibles y saludables genera beneficios en el medio ambiente ya que la ingesta de frutas, verduras y pescado proporcionaría un gran ahorro de agua, si tenemos en cuenta que la carne, las grasas animales y los productos lácteos son los alimentos que más agua necesitan para su producción
Según UNESCO-IHE (Institute for Water
Education) América del Sur ocupa el segundo lugar (26%) frente a Asia
(36%) en disponibilidad de agua en el mundo en un informe a través de la RED
OCAS de la Unión Europea.
Para saber cuánta agua consumimos, el Dr. Arjen
Hoekstra de UNESCO-IHE , profesor de Gestión del Agua
en la Universidad de Twente, define Huella Hídrica al volumen
total de agua dulce que una persona, empresa o país utiliza para producir
los bienes y servicios que consumimos a diario.
En
Argentina se comenzó a calcular la huella hídrica en sistemas
productivos lecheros. Aguas Misioneras SE, empresa de la Provincia de Misiones
por ejemplo ya viene trabajando estos conceptos como objetivo de valorización
económica.
A esto se añade las evidencias científicas disponibles
con respecto a la estrecha relación que existe entre la salud y la Alimentación
Basada en Plantas (PLANT-BASED NUTRITION) (gran variedad de cereales, semillas,
frutas y verduras y poca carne y lácteos).
Según una lista larga de trabajos científicos a nivel
mundial, al eliminar los productos de origen animal y aumentar el consumo de
alimentos de origen vegetal podríamos ayudar a prevenir o tratar enfermedades
como la depresión, la obesidad, las enfermedades coronarias, la hipertensión, el
sobrepeso. No sólo parece protegerte de contraer diabetes, sino que también
podrían ayudar a tratar la enfermedad mejor. Los expertos en nutrición e investigadores
de la Universidad de Harvard confirmaron que el consumo de lácteos aumenta
significativamente los riesgos de padecer cáncer de próstata y ovarios. También
se demostró la relación que existe entre el consumo de lácteos y el nivel de
fracturas óseas.
Si los argentinos trabajan, con un profesional en
nutrición, en seguir dietas sostenibles y saludables, como ser la ingesta de
frutas, verduras y cereales, proporcionaría un gran ahorro de nuestro recurso y
una mejor salud para nosotros. Teniendo en cuenta que la carne, las grasas
animales y los productos lácteos son los alimentos que más agua necesitan para
su producción y al mismo tiempo, los que más predispone a enfermarnos.
Por otro lado, el agua es la bebida por excelencia
para los candidatos a un estilo de vida saludable. En los últimos años, hemos
buscado otras fuentes de líquidos con capacidad de hidratación, que nos
proporcionen nuevos sabores, que nos estimulen, que nos aporte algún nutriente
(que de paso “nos alimente”) llevando a un costo de vida y de salud muy altos.
De hecho, el consumo excesivo de azúcar y bebidas con azúcar se ha relacionado
en múltiples estudios epidemiológicos con el aumento de peso de la población,
diabetes y la enfermedad cardiovascular.
Todos los aspectos hasta aquí mencionados señalan una
relación directa entre hábitos, finanzas y nuestro medio ambiente. Es de vital urgencia
y compromiso trabajar en desarrollar hábitos saludables desde todas nuestras
áreas, concientizando el uso responsable de agua para el consumo diario. De lo contrario, se espera con la actual
gestión tradicional, la humanidad necesitaría dos planetas en 2030 y casi tres
en 2050 para satisfacer sus demandas de escasez y enfermedad.
Lic.
Sonia, Brandt.
Nutricionista
MP 141
Especialista
en Alimentación Basada en Plantas
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